Dr. Martens

Trabaja fuerte conmigo...

miércoles, 17 de febrero de 2010

Redbull + Aspirinas = Arterias libres


Ayer, ya cayendo la noche, la molestia era nueva, era peor;

En la tarde había conversado con Hassam sobre -¿qué otra cosa?- música, la 'chispa' y lo que se puede, se debe y se va a hacer. Hablábamos por teléfono, todo mientras yo soldaba y probaba el pedal que dije iba a arreglar en la entrada de 'blog' anterior. No logré probarle adecuadamente, necesito un suplidor de poder de exactamente nueve voltios, el cual no tengo; el conector donde podría conectar una batería de este mismo voltaje está malo, la conexión no es confiable y el pedal no responde a la conmutación, así que se habrá de esperar a que llegue el suplidor de poder para saber a ciencia cierta si lo eh o no arreglado.

En fin, quedé verme con Hassam. Me dijo que iba a hacer poco en su trabajo, que podía llegarle y de ahí se inventaba algo --lo que fuera. Así que el tiempo entre esto y el 'de acuerdo' lo pasé tocando guitarra, improvisando, moneando con el jazz (que no sé tocar ni a jodidas... jejeje).

El dolor en el pecho continuaba, y lo único que me lo quitaba por unos minutos era el jadear con fuerza, sacando de los pulmones una baba... que no era flema per sé, más parecía agua... Siempre pienso que pueden ser muchas cosas esos problemas de salud... así que no pude enfocar lo que era.

O el pulmón izquierdo, o el miocardio... era evidente...

Era el pecho, mi circulación no era muy buena, a cada rato tenía que jadear para respirar mejor, me mareaba y los ánimos andaban por el piso. Sufría en silencio de una incomodidad muy dura. Pensaba que si me tenía que ir me iba sin más que dar... me asechaba ese pensamiento... ya me daba por vencido...

"Soy muy joven para esto" me decía. ¿El corazón? eso no puede ser... no puede no puede no puede... ¿Lo próximo? el pulmón... ¿tengo cáncer? "no quisiera saber"

Y era así como me cruzaba de brazos.

Estos últimos meses la fobia que desde mi accidente le eh cogi'o a los hospitales se ha multiplica'o. Fui tantas veces a que me dijeran estupideces y me cobraran como si se me hubiese revela'o el aposento de un gran tesoro, que me cansé de ir. Además... la soledad. Es horrible ir al médico y punto, pero es diez veces peor hacerlo solo, y diez veces más hacerlo sin plan médico --sin aseguradora.

Ya con mi fortuna aceptada me di a encontrarme con Hassam. De camino pasé por la Universidad, Sagrado 'Corazón', jejeje; lo hice como de atajo, pues se llega más directo a la parada de auto-bus por ahí. Sagrado tiene una tienda nueva, una a la cual nunca había entrado, y quería un redbull... Entré y el calor adentro era horrible, había mucha gente... caminé entre estos hasta las neveras y me hice de lo que entre a buscar. Mientras hacía la fila miraba a la gente pagar, a la que cajera cobrar y nada, así compensaba la incomodidad del pecho y la del calor. Vi a un chamaco comprar unas pastillas, para el dolor de cabeza, y fue cuando se me ocurrió... ¿qué tal si tengo una arteria siendo obstruida?

Eh escuchado mil veces antes que lo mejor para evitar un ataque al corazón cuando se tiene una arteria tapada es la aspirina... y me dije "no pierdes nada con tratar"

Llego mi turno de pago y hice lo propio, pedí unas Advil (aspirinas). Todo en conjunto (un redbull y un sobresito de dos aspirinas) 3.15$... 'Pi', casi. Tenía el dinero exacto, pagué exacto, y cuando salí no titubee. Pa'dentro fueron, me las bajo con el redbull y sigo mi camino.

Después de cierto tiempo el dolor se ve había ido... lo noté en el bus. Cuando llego hasta el trabajo de Hassam me sentía genial. Saludo a Hassam y le preparo unas líneas. Le digo, "Hassam... creo que tenía una arteria tapada...", él me menciona que eso es un 'peligro' y que por qué lo decía. Le conté lo que acababa de pasarme, y como ya no sentía dolor en el pecho... que llevaba meses con este y que hoy, con la sencillez de una aspirina se me ha ido. Era un alivio, y lo fue para ambos. Hassam me contó cómo a uno de sus tíos le habían diagnosticado hace unos pocos días atrás una cardiopatía terminal que pronto se lo 'llevará'. Me contó como la familia le hizo una fiesta el fin de semana pasado; cómo le había gustado.

Hablamos de lo que pensamos de la muerte, hablamos del miedo de no saber a ciencia cierta cómo nos va a llegar, que era el único miedo que una persona consciente de la inalienable realidad obligatoria de morir puede temer... desconocer el cómo, el cuando, el por qué. En fin, conversamos chulo y nos dimos unos tragos.

Fuimos a varios sitios y yo a cada rato daba un buen respiron y sonreía, sin dolor.

Pasamos por la casa de la madre de un buen amigo para buscar algo que se le había dejado a Hassam allí. Era un disco, uno que andaba grabando. La madre del panita es artista gráfica, una buena, con un peculiar y sencillo toque con la pincel. Al entrar al lugar me doy cuenta que está trabajando una obra; era bastante amplia... era medio mixto, y lo comenté. Conozco bien a esa persona... aunque no recuerde para nada su nombre... pero la conozco, pues tenemos historia, jejeje, nada demasiado íntimo, pero una vez estudiamos juntos para que ella pasara un examen de matemáticas, y la pasamos super bien, ambos nos enseñamos y al fin ella pasó su examen con excelente calificación. Esto nos unió en un peculiar vínculo de respeto, aprecio y confianza que siempre lo exploto pues ella es una mina de ideas.

Después de recalcar que era una obra 'medio mixta' por unas hojas sintéticas que había usado para crear la ilusión texturial del follaje le pregunté, "¿ella (el sujeto en la pintura) es el árbol de la vida?". Me contestó que 'no', que ella era el personaje principal de una historia que había escrito y que en realidad era una mujer que había esperado demasiado tiempo en el mismo lugar, y que por esto le comenzaron a crecer raíces, raíces que la conectaban con la madre naturaleza y que a pesar de no poderse mover crecía; entonces rompe las cadenas, decide dejar de esperar para usar lo que ha aprendido conectando con la tierra y liberarse.

Era una hermosa metáfora, una que me apeló mucho.

Hablamos de muchas cosas, hasta que comenzamos a hablar de 'existencialismo' y como no somos franceses ahí lo detuvimos todo, jejeje, nos despedimos cordialmente y partimos caminos.

Después de cierto tiempo le repito a Hassam, "¡mano no me duele! ¡que jodida alegría! ¡QUE RICO!" y respiré hondo, hondo de verdad.

Nos dirigimos al 'Stop n' Go' un negocio que nunca cierra. Hemos ido a ese lugar desde uffff, un montón de tiempo --es el mejor sitio para 'escrashar'. Pedimos dos 'Budweiser' y una tripleta (que no es otra cosa que un emparedado monstruoso con varias carnes, aderesos y ensalada).

Allí estaba Alex, un panita que lleva trabajando en ese sitio tanto como el tiempo que lo llevamos visitando. El tipo es una amor, tremendo ser humano; pesa más de trescientas libras y en cualquier momento se nos puede ir (a mejor 'vida') pero no lo hace --parece prefiere quedarse jeje. Le saludamos y hablamos de lo raro que es mudarse a vivir a un lugar como Nueva York, pues otro pana lo había hecho y ya estaba dando signos de no poder con el asunto. Reímos, pensamos, en fin se pasó chévere el reencuentro, pues a pesar de pasarnos antes allí últimamente no lo hacíamos y bueno, fue rico regresar.

Habían unos muchachos allí que se veían mala sangre, jejeje, 'malotes' con espíritu jodedor. Estaban en bonche, y nuestro primer roce con ellos ocurrió mientras conversábamos con Alex de lo caro que es un saco de marihuana en Nueva York. El tipo con el que nos vimos rozar se inmiscuyó en la conversación para decir una babada de cómo él consigue un buen saco en 'x' lugar de aquí a un buen precio. Ese no era el punto, pero bueno, dijo lo que dijo y yo decidí callar... no aportar, no mirar, no molestarme, nada, inmutarme... así cada cual en lo suyo con los suyos. El muchacho -al ver que nadie concurrió con él- continuó su camino.

Se nos da la Tripleta ya hecha y nos damos a ella. Buscamos donde sentarnos, que sin pretensión ninguna resultó ser cerca de la televisor y cerca de donde estaban los 'malotes' pues para... nada, ver t.v. supongo, estar allí, en realidad es un viejo asiento que siempre hemos tomado y estaba libre, así que allí fue que nos sentamos.

Sin más que dar le pregunté a los muchachos si hoy había 'básquet', juego de baloncesto, canasta; me dijeron que no, que estaban 'chekeando' los 'highlights', las noticias deportivas y eso. Casualmente estaban pasando las reseñas de un juego de estrellas colegiales. Le vi y le dije a Hassam, "¡eso está cabrón! los juego de estrellas, ahora están !cabrones¡"

"¿Por qué tú dices?" pregunta Hassam.
"Porque ahora hay un monton de competencias nuevas, con obstaculos y cositas curiosas, ¡está bien chulo!" le dije.

Miramos la tele y Hassam se dió cuenta por sí solo el por qué de mi entusiasmo; se mostraban a los deportistas haciendo unas de cosas... Entonces nos pusimos hablar de la historia del baloncesto...

Antes, mientras abría el papel de aluminio donde estaba la Tripleta todos los 'malotes' me dijeron "buen provecho", uno detrás de otro... fue entonces cuando pensé, "jumm, 'malotes' pero con modales, eso hace una buena combinación". Les agradecí a todos el buen gesto y continuamos.

En fin, que terminamos mezclándonos todos en nombre del baloncesto, gritando, bebiendo, chocando manos, gritando cada vez más --se relajó un montón.

Luego de cierto tiempo nos fuimos, despidiéndonos de todos y quedando con encontrarnos algún otro día en el mismo lugar... jejeje, chévere.

A la larga del camino yo y Hassam nos separamos.

Caminé un largo tramo hasta casa... pero con cuanto gusto, con cero dolor, con todo una 'nueva' vida por delante...

Grcias Gracias Gracias.

martes, 16 de febrero de 2010

¡¡¡DISTORSIOOOOON!!!


Hoy me eh despertado considerando;
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Que mucha cosa hay para hacer en mi casa...

Quiero matar cuanto qué hacer hoy, comenzando por el arreglo y re-ensamblaje de mi buen amigo 'fuzz'. '

'Fuzz' es un pedal de guitarra que tengo hace años y no recuerdo bien cómo conseguí. Es rarito, nunca lo eh visto en el 'rack' de otro guitarrista; hace tiempo que no le uso, recuerdo el sonido y es uno bestial, necesito arreglar esto...

Últimamente me eh inclinado a ese tipo de sonido abrazador, pero no lo exploto, solo me gusta jugar con las dinámicas. Ayer -por ejemplo- me saqué 'Crying' de Roy Orbison, y no paraba de pensar cuan poderosa sonaría con una bien usada distorsión, una que no le robe la simpleza que deja esa sútil voz que él autor usa en la versión original, una que la acentúe, que le provea de una intensidad algo rasposa pero a la vez meramente emocional, ningún show --no soy metalero...

En fin, que hoy me entretengo con eso y con cuanto qué hacer haya que hacer... jejeje.

Hasta la próxima :D

viernes, 12 de febrero de 2010

Cretino... el primer amor de mi vida.


Cumplo años en Febrero, cumplo el día 23 de este mes; mi hermano mayor (R.I.P.) también cumplía en Febrero; mi mayor hermana igual.
Siempre que comienza este mes siento cosquillas. Es un mes que aún así significando todo lo que significa para mi familia, por el día del 'amor', convoca pasión en el corazón de la gran mayoría de los que nos rodean (al menos acá en el occidente), bonita cosa.

En la escuela (aquí en Puerto Rico) se suelen llevar acabo actividades para conmemorar el día de San Valentin. Que si 'amigos secretos', 'intercambio de correspondencia', en fin, se hace lo que se puede para elevar este gran día de la amistad a las alturas que merece --desde esa -amistosa- perspectiva. Las preparaciones para estas actividades se iban cuajando una semana antes del evento, dependiendo cuando caía el día 14 como tal, pero ya desde antes se sentía en el aire la electricidad. Mi actividad favorita era la de los 'amigos secreto', pues esta comenzaba con la antesala, y consistía en enviar (de forma anónima) a la chica o chico que te agrade carticas con pequeños mensajes, poemas, postales, todos los días una semana exacta antes. Se enviaba lo que fuera pensaras iba a acumular algunos puntos con la personita especial que intentabas impresionar. Era una forma tan inocente de cortejo, tan envolvente, estimulante, misteriosa y segura de hacer un acercamiento, que invitaba, invitaba mucho. Y esta fue la actividad que se escogió llevar acabo para aquel año en específico.
La cosa era sencilla, se preparaba una cajita donde se ponía lo que se iba a compartir y después, cuando se acababan las clases pasabas a buscar lo que te habían enviado.

Así que esa previa semana en especifico me di a la tarea de enviarle cuanto detalle fuera posible a esa persona que me hacía vibrar. Su nombre era Caridad, era una chica que recién llegaba a la escuela ese semestre de invierno (en mi país la jornada académica duran dos semestre al año) así que la mística de su arribo me traía muy curioso; pero era su bello rostro su verdadero apelativo, al menos el que más me atraía a mi.
Recuerdo enviarle poemas, dibujos, pequeñas postales hechas a forma de artesanía, con calcomanías, conchas, curiosos mementos que encontraba, lo que fuera que hiciera de la postal una más especial, como esa increíble persona que sabía iba a recibirlas.

Uno no podía revelar su identidad hasta que llegara el día de la amistad, aunque se tenía que inscribir en la lista de la maestra, una lista donde tenías que decir a quién intencionabas alagar con tus gestos. Como ya saben yo me inscribía enviarle a Caridad. La maestra mantenía todas las inscripciones ajenas, nadie podía saber quién le enviaba a quién, solo ella. Astuta manera de mantener todo interesante, porque no sabías quié te enviaba, si te enviaban, y reservado.
Durante toda la semana recibí bellos detalles de alguien, ¿quién? ni idea. Mi corazón quería y creía con todas las ansias del mundo que fueran de Caridad. Los detalles eran diversos, muy similares a los que le enviaba a ella, eso me hacía pensar que era ella en definitivo. Poemas muy bien elaborados, pues aún con nueve años de edad me agradaba escribir y sabía discernir -a mi manera- entre lo original y lo cotidiano.
Me llenaba de ilusión pensar que era ella, que Caridad me escribía con la pasión que lo hacía yo para con ella. ¡El ingenio aumentaba con cada día! Y el mejor de los mejores poemas llegó el Jueves, pues en ese año (el 1993) el día 14 caía un Sábado, así que suponíamos celebrar el día de la amistad el Viernes, cuando la actividad de los 'amigos secretos' iba a dejar de ser 'secreta' y nuestra identidades hacia la persona especial que apreciabas tanto como para cortejarla en secreto iba a ser anunciada, por uno mismo, frente a todo el grupo, regalando el ultimo detalle uno mismo.
Ese Jueves recibí una postal, con varios mementos, calcomanías, ¡de todo!
Lo más especial era un dibujo muy bonito que llevaba la postal/poema; era de un cupido disparando a un corazón con mi nombre. Era verdaderamente bueno. Me animó tanto ver ese tan bien elaborado gesto que salí cantando ese día de la escuela, todo el camino hasta mi casa. Cuando llegué a casa le conté a mi madre de lo sucedido, pues me pregunto de dónde sacaba tanta alegría, y me prometió salir temprano el día siguiente a conseguirme el mejor regalo que un chico podía comprarle a su 'Julieta'.

Y ya, finalmente, era Viernes. Ese día, de la emoción, desperté muy temprano. Era día de ir vestido casualmente a la escuela; quería escoger bien mi atuendo y plancharlo. Cuando me dispuse a prepara la tabla para planchar mi madre me sorprendió haciéndolo; sonrió y me dijo que me estuviera tranquilo, que ella me iba a ayudar con ello. Terminando de planchar me vestí y le pregunté a mi madre sobre lo que me iba a ayudar conseguir para Caridad. Me dijo que iba a tardar un poco a encontrarlo pero que eso no era problema porque la celebración no era hasta el final de clases y que ya para entonces iba a estar allí con mi regalo a regalar. Yo hice lo pertinente y asistí a clases bien vestidito y con el espíritu en las nubes.

Durante toda la jornada miraba a Caridad con toda dedicación, y ella me devolvía las miradas, pero noté que no era el único que lo hacía, y que igual no era al único que ella miraba. Ella era la sensación en la escuela, por su exotismo por supuesto, y todos los chicos de mi grado querían ser su personita especial. Yo no sentí celos nunca, pues sabía que ninguno de mis amiguitos habían sido tan elaborados con sus detalles hacia ella como lo había sido yo; más con los poemas que había recibido, los cuales juraba habían sido de ella, sentía gran confidencia.
Entonces llegó el momento de la verdad. Y mi madre que no aparecía. La entrega de los regalos se hizo en orden alfabético, pero al mi madre no aparecer a tiempo la maestra me permitió ser el ultimo, dándole alas a mi esperanza de ver llegar a mi madre a tiempo.

Durante la entrega vi que la gran mayoría de los chicos en mi clase le regalaron a ella, dejando a la gran mayoría de las niñas del salón sin nada... eso no me supo bien... y comencé a pensar. Cuando le tocó a ella casi me pongo de pie antes de que ella anunciara quién era su persona especial por lo seguro que estaba de ser yo, pero para mi sorpresa no fui yo, fue otro...
Ver que yo no era quién ella prefería me rompió el corazón; devastándome de una manera que desconocía hasta ese punto. Se me formó un nudo en la garganta; casi en lagrimas saqué del bolsillo de mi camisa la postal/poema que había recibido el día anterior, la apreté para romperla cuando un extraño sentimiento arropó mi consciencia. Me pregunté, ¿quién? ¿Quién había sido? ¿Quién me ha dado tanto? Tanto como para merecer mi afecto, eso que le dediqué toda una semana a la persona equivocada...
Y entonces le toca a Cesy, la chica menos popular de la clase, dar su regalo. Esta niña llevabas espejuelos, tenía cientos de pecas y era escesiva muy responsable. La estudiante modelo, quien no compartía de las travesuras con todos nosotros y por esto era relegada a vivir sin casi amigos en un mundo que no era muy llamativo para ninguno. Esto la mantenía al margen, y cuando fue hasta donde mi para regalarme un hermoso diario que ella misma había confeccionado, reveládose como la gestora de todos aquellos bellos poemas, dibujos, etc. que había recibido durante toda la semana, me derritió el corazón.
De repente, y como por obra de magia, Caridad ya no era mi chica favorita; de repente Cesy no era esa chica con espejuelos que excedía en las asignaturas y que odiaba por ello. Cesy era mi princesa, esa que verdaderamente merecía todo aquello que le dediqué anonimamente a la persona equivocada, por las razones equivocadas.

Cuando se sentó de vuelta le busqué insesantemente con la mirada, solo para notar que no me miraba de vuelta; se veía triste, desanimada... Busqué en mi cabezita razones por qué podría estar así, solo para caer en cuenta que era porque durante toda la semana no había recibido nada... nada de nadie...
Escuché mi corazón romperse otra vez... Quería levantarme e ir hasta donde ella para abrazarle. Quería quitarle a Caridad todo lo que le había dedicado para dárselo a Cesy. Quería desesperadamente volver en el tiempo, quería enmendar mi necedad, mi incapacidad de ver su verdadera belleza, de justamente atribuírsela, pues me la había mostrado día tras día con sus detalles y yo no supe verla, optando creer una mentira... una ilusoria mentira...

El tiempo durante mi búsqueda de su mirada se detuvo, y los regalos que se entregaron desde que ella me dio el mio hasta cuando llamaron mi nombre fueron obviados, tanto así que ni los realicé pasar. La maestra llamó nuevamente mi nombre. La miré, nos miramos y justo cuando iba a acabar la actividad porque no veía a mi madre llegar ésta que llega. Tenía un bello racimo de rosas en una mano y un gigantesco oso polar de peluche que llevaba entre sus patitas una casi igual de grande caja de chocolates.
Me emocioné en gran medida, pero el sonido de todas las niñas del salón reaccionando a la panorámica de lo que trajo mi madre desvió mi atención. Mire alrededor y vi a todas las chicas emocionadisimas, todas menos Cesy.
Cesy miró, y antes de que quitara la mirada le vi llorar una solitaria lagrima. Ella sabía que el regalo no era para ella... y yo sabía que ella sabía... lo cual me rompió el corazón por tercera vez...

Me levanté a buscar el regalo. Mi madre me lo dio y me echó una guiñada. Miré por un momento lo que me daba y vi que estaba dedicado... Antes de tomarlo le quité la tarjeta de dedicatoria a las rosas y antes de que mi madre me preguntara qué hacía fui al centro del salón y recité lo siguiente (lo cual recuerdo porque al graduarme un año después de primaria la maestra me hizo llegar justo lo que dije como dedicatoria en un libro que me regaló antes de mi partida a otra escuela):

"Estas rosas y este peluche son para la niña más bella de esta escuela. La más inteligente y la mejor. Esto es para ti Cesy, que no fue hasta hace unos minutos que de verdad veo lo mucho que brilla tu hermosura"

Y le entregué el regalo.

Lo que pasó luego es un poco desalentador, pues ella no quiso el regalo, y terminé dándoselo a la maestra antes de que saliera corriendo del salón de clases a llorar como un bebé. Mi madre me llevó consigo de la escuela y el próximo Lunes Cesy no volvió, y lamentablemente nunca la volví a ver...

Desde ese entonces intento siempre ver lo bello en lo que no lo parece, en lo que lo esconde, pues es allí donde se hayan los más grandes tesoros. Tengo 25 años, y el 23 de éste mes cumplo 26, y desde que tengo 9 años de edad no eh dejado de pensar en ella, y gracias a ello no eh vuelto a repetir ese grave error de mirar con los ojos y no ver con el corazón...

jueves, 11 de febrero de 2010

El laberinto de asfalto...


El roble del bosque vive solo, entre tantos otros;

No cuento los minutos ya, desde que dejé el trabajo, desde que comencé a sufrir de un corazón abultado, que literalmente me reclama ser demasiado grande para mi pecho, no cuento los minutos...

Me da ansiedad pensar en eso, mejor no hacerlo y preocuparse por el momento, levantar la auto-estima, acabar mis escritos, apreciar las pequeñeces --los paseos, mis acciones, en fin, todo.

Prefiero no hablarlo con mi familia... no quiero hacer de mi situación una excusa para recibir la atención que rara la vez recibo. No quisiera dejar a mi padre solo, le pido al gran poder que me permita no hacer eso, así que eh puesto de mi parte para que así sea.

Eh decidido dejar cuanta mala costumbre pasada, me eh dedicado a ser feliz porque estoy y soy, no por cualquier otra cosa; debo admitirme que estos días más que nunca miro a los chiquilines, las parejas y los padres con otros ojos. Me ha comenzado a arropar un cierto tipo de melancolía... una que desconozco pero puedo identificar; es mi biología provocando a mis instintos a hacer, a intentar, aun cuando mi intelecto se esfuerza sin reservas en bloquearle...

Desde que tengo tiempo libre en exceso eh caminado con desdén. Las calles siempre aguardan algo nuevo que contar, y me gusta ser informado en esos asuntos. Desde chico eh vivido aquí, en Santurce, en la ciudad puertorriqueña por excelencia, la jungla de cemento, el laberinto de asfalto, y detesto verlo deteriorarse, detesto verlo ser colmado por gente que no valora estar aquí.

Hay más y más carroñero merodeando el barrio... pero se les mantiene al margen. Hace unos días atrás tuvimos que correr a uno con bates en manos por estar rompiendo cristales a autos frente a la tienda de un pana... casi lo cogemos... pero se nos escapó... mi condición no me permitió correr ni mucho ni muy rápido...

No es nada fuera de lo común, la criminalidad es algo que hay y que ha habido desde antes que yo naciera, pero cuando creces, como adulto, la encaras, la aprendes a detestar desde nuevos flancos, desde uno más defensivo. Y en cierta forma... para eso uno se prepara bien con la educación, los empleos, el maldito dinero --para alejarte artificialmente de todo esto. Pero amo mi barrio... amo ser de aquí, aunque cueste pensar cómo no es un ambiente seguro para, digamos, criar un niño... hasta tener pareja es peligroso hoy por hoy...

Pasa que estos últimos meses han ocurrido crímenes que pasan de ser el cotidiano asalto a mano armada o el intruso en tu auto a los asesinatos por zanganases, como... por ejemplo, hace un mes atrás unos cabrones mataron a una chica porque defendió que no se le colaran en la fila para entrar a un baño.

Hijos que matan a sus padres, tíos que matan a sus sobrinos, y lo que más, pendejos que matan a una persona pq esta defendió de un acoso a su pareja en la calle... es increíble... pero es lo que se ha visto pasar en aumento acá.

Pero yo no como mierda, y si me viese en situación similar dalo por hecho que seré el primero en reaccionar en defensa propia... pero lo regular es que evite esos encontronazos... a veces es lo mejor... a veces.

lunes, 8 de febrero de 2010

La carne sabe a muerte...


Connoto adorar comer carne.
A veces la como hasta cruda, y hace muy poco (minutos solamente) eh pensado en esa frase que supongo ser cita ajena...

"Meat is Murder"

Comía un pequeño pedazo de carne roja que mi padre había dejado en la nevera (en la familia corre el nervio de no botar ni desperdiciar comida que aun se pueda comer) y así fría como estaba me vino a la mente eso; y aunque ambigua tiene algo de cierto esta cita...

El ultimo jueves tuve que apurarme a llegar al trabajo y por consiguiente no pude desayunar previo al menester. Ya en el trabajo, como es una cocina, le pedí un poco de arroz con habichuelas a uno de los cocineros, este me dijo que le pidiera permiso al jefe. Me supo mal -puesto a que les eh visto botar grandes cantidades de arroz y habichuelas antes- así que desistí pedirle nada al jefe y continué trabajando.
Las horas se alargaron un montón durante la rigurosa prueba de fuerzas, y cada vez que salía un plato o regresaban el plato con la mitad de la comida sin ni siquiera ser mirada me rugía fuerte el estomago... fuerte de verdad. Más cuando tenía que echar a la basura los sobrantes... por dios...

Hoy eh decidido no ir a trabajar. Debo comunicarlo, por supuesto, cosa que aún no eh hecho, pero si me preguntan diré la verdad --no soporto trabajar tirando comida a la basura, con o sin la barriga llena.

viernes, 5 de febrero de 2010

Los dientes del tenedor muerden


Desde hace muy poco aun duermo como un bebé gracias a un nuevo colchón y carajo sigue siendo extremamente encantador. Me ha vuelto a costar unos minutos levantarme de la cama.

Desperté y miré mi pared, la cual está cubierta de citas ajenas y propias que eh ido escribiendo cuando así lo merita. "El arte es la mentira que nos permite entender la verdad" --Picasso. Miré mucho esa...
Comencé los preparativos y entre ellos decidí ingresar -brevemente- a la red, así revisar el correo electrónico y cuanta otra cosa. La encomienda me tomó más tiempo de lo pensado y me sorprendió una hora luego que procuró ajoro. Salí de casa con prisa, lo cual detesto, pero venga, camino rápido, así que no llegué tarde al trabajo, al contrario, llegué unos cinco minutos antes. Ya allí 'ponché' y me di a trabajar.

Lo primero que recibo de labor son las planchas, rectángulos cuadrados que se usan para cortar, rebanar y lo que aplique. Hay tres tipos de tablas allí en la cocina, la que se usa para las carnes rojas (roja), la del pollo (blanca) y la de los pescados (color crema). Tomo la roja para y la pongo en el fregadero; tomo la esponja de metal, le echo líquido de lavar y comienzo a hacerlo. Habían unos tenedores previo a esto en el mismo fregadero donde puse la plancha. Sin tomar esto en cuenta les dejé allí, y uno de estos quedó de forma tal que mientras restregaba la plancha uno de sus dientes me llevó piel de la punta de mi dedo corazón. Dolió pero había que trabajar, así que lo revisé por encima, me chupé la sangre que salia del tajo e intenté continuar el fregado, pero era imposible, el dolor se volvió en ardor y era un tanto insoportable.
No llevaba ni cinco minutos trabajando cuando esto pasa. Le comunico al jefe la situación, de paso la novia del jefe estaba allí y se ofreció para asistirme. Buscamos un botiquín, encontramos lo necesario para bregar con la situación y se me hizo un tipo de torniquete que suponía detener la hemorragia y a la vez protegerme del agua para continuar trabajando. No funcionó.

Me quité el torniquete solo para ver que había continuado sangrando y que lo hacía profusamente. Le dije al jefe; este me dijo que el problema era que no había usado solo la cinta pegadiza, que había puesto una gaza antes y que esto no era el mejor procedimiento. Yo le dije que dudaba ese fuera lo más sensato, esto hizo que Chino (el jefe) mandara a llamar a su hermana --y lo hizo con un ímpetu que auguraba una segura solución al problema. Esta llegó pronto, le pusieron al corriente y me pidió le enseñara la cortada; miró el tajo y dijo, "ah, si esto no es una cortada, este se a rebanado la punta del dedo...".
Buscó a ver qué encontraba en el botiquín. Buscó y buscó hasta que mencionó lo que buscaba, pues yo lo tenía en la mano --lo cual era la cinta pegadiza. Sacó un desinfectante del botiquín y me avisó que iba a arder; cerré los ojos, me aplicaron la jodienda y dios que ardía con cojones. Se me aisló la herida con unas benditas y se me despachó. Durante todo el proceso no paraba de pensar lo gracioso que era mantener ese dedo erguido para que se me ayudara, todo un oxymoron sin la intención.
Volví a trabajar.

Durante toda la jornada no cesaban las burlas.

"!Haaaaay el dedo, se te cae, lo pierdes, te desaaaangras!

El jefe y su asistente se mofaban, lo hacían para apretar botones, botones que se suponían provocaran reacciones que no recibieron. Yo solo reía y lavaba platos, no merecía más que eso el sonsaque. Al rato me dan un pequeño plato con pasta en salsa marinera con pollo y me dicen, "eh aquí, para que recuperes la sangre perdida", a ese comentario sí reaccioné, riendo, bastante. Comí y en menos de lo que canta un gallo la jornada terminó, no sin antes me enviaran a buscar hielo, esta vez tres bolsas, senda bobería.

Me quedé en el negocio después que acabé mi jornada. Lo hice para compartir con único verdadero amigo que tengo de compañero en el trabajo. El trabaja la barra, es el 'bartender' y uno muy bueno en lo que hace. Es un astro preparando tragos.
Quería desahogarme, y pensé que hablando con él iba a lograr en cierta leve medida esto. Hablamos y muchos personajes pasaron a pedir lo que su deseo le dictaba. Cerveza, 'Long Islands', tara ra tara ra.
Entre estos personajes pasaron dos que resaltaron de los demás. Uno era un estudiante de ingeniería eléctrica que acababa de fracasar un examen y el otro era un caballero que alegaba ser un maestro de ingeniería (ni idea cual tipo). Ambos eran brillantes, pero era evidente que uno estaba hecho una bola de depresión que intentaba ahogar sus penas y el otro solo quería pasar tiempo en un lugar que solía visitar, tal vez por mera nostalgia.
Conversé un poco con ambos, con el depresivo hablamos de tecnologías futuras que se están preparando hoy por hoy, y con el otro hablé de cómo el alcohol metaboliza más rápido que la azúcar en el organismo. Fueron breves conversaciones pero a notar por los temas unas bastante interesantes y repletas de debate. Después de cierto tiempo ya iba borracho. Juni, mi amigo el 'bartender', me había puesto a beber buena cerveza por unas varias horas y ya era tarde, así que me despedí y pensé caminar hasta casa, pero a esa hora, encima de la borrachera, preferí tomar el tren de vuelta. Como quiera tuve que caminar, y con toda la energía del alcohol metabolizado en mi cuerpo caminé como centella.

Llegué a casa un chispo tarde, y quedé bastante rendido una vez me bañé y me fui a la cama.